En la base
Las Persomas sin hogar (PSH), es el colectivo más vulnerable e invisible de la sociedad. Se ha normado su «invisibilidad», tanto es así, que como personas invididuales, pasamos por su lado casi a diario, sin girarnos. Esto debe interpelarnos, porque es la máxima expresión de la exclusión social y el eslabón más frágil de entre cualquiera de los pensados. Una situación con límites permiables y difusos: en la calle puede caer cualquiera.