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«El efecto espectador o difusión de la responsabilidad es un fenómeno estudiado por la psicología social. Hace referencia a aquellos casos en los que los individuos que son testigos de un suceso, no ofrecen ninguna forma de ayuda a los demás cuando hay otras personas presentes”.

El Efecto espectador se descubrió en un estudio realizado en las universidades de Columbia y Nueva York, los entrevistados escuchaban un golpe seco que indicaba que otro participante había tenido un accidente en la habitación de al lado. Cuando las personas creían que estaban solas, el 85% salía corriendo para socorrer al supuesto accidentado, pero cuando creían que había más personas cerca, solo el 31% prestaba ayuda. ¿A qué se debe este efecto? Simplemente, al hecho de que creemos que la responsabilidad de ayudar al otro, recae sobre los demás y no sobre nosotros mismos.

Este efecto se repite constantemente en nuestras calles, con el añadido de la aparente normalización que se está haciendo del sinhogarismo. Tú eres una víctima más de esta difusión de la responsabilidad.  ¿Con tanta gente que pasa por la calle? ¿Por qué tengo yo que pararme? ¡Viviendo yo de alquiler! ¿A quién voy a ayudar con lo que cobro? ¡Que ayuden los ricos y el estado!

Con estas líneas no es mi intención recriminar ni llamar la atención de aquellos y aquellas que sufren este mal efecto social. Posiblemente sea un aprendizaje…

Hay muchos factores involucrados en estos procesos, que pueden ser la cultura, leyes, el entorno y variables personales. Puede ser causado por la sobrecarga de información, que confunde y paraliza al individuo, también hay quien piensa que está relacionado con la responsabilidad que pueda sentir la persona frente a la situación de emergencia.

Los grados de responsabilidad también están determinados por la percepción que el espectador tiene de la persona: juicios morales. ¡Mira cómo va vestido! ¡A saber! ¡Seguro que va borracho! Este último punto para las personas sin hogar es la mayor amenaza con la que viven día a día.

Miles de jueces a diario pasean por la Plaza Mayor de Madrid, algunos son de aquí y otros muchos no, pero la mayoría tienen en común el efecto espectador.

Como gaseados por este mal social con el que vivimos andan por la plaza, con los ojos fijos en las personas que allí “viven”, comentan entre ellos, se preguntan, se alarman… Pero nadie hace nada. 

Karroll García Díaz

Author Jessica Beirao

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