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Marx y su tipología de pobrezas

En un primer lugar hablaremos de la pobreza desde una perspectiva marxista intentando, para ello, mostrar los argumentos del filósofo alemán para su posterior entendimiento acerca de este problema que se encuentra anexionando a todas las sociedades de una manera universal. El enfoque marxista nos puede dar un acercamiento a esta situación de sin hogarismo y lo que pudo ser en un contexto de mediados del siglo XIX.

Según este autor, las palabras pobreza y miseria se podrían dividir en tres tipos de pobreza: En primer lugar la pobreza material; es decir, los medios necesarios para poder vivir, el problema al no conseguir esos medios , se padecería de una pobreza material, la cual la podríamos reconocer como un ausencia de riqueza, al hablar de riqueza no se refiere a poder costearse objetos o cosas de mucho valor, sino el “no disfrute” de aquellos medios necesarios para poder  vivir, como en este caso podría ocurrir con una persona en situación de calle. En segundo lugar se muestra la pobreza espiritual, cultural o intelectual; para ello se dan una serie de relaciones sociales y de producción capitalista, es por ello que el sujeto cuyo primer apellido es pobreza o miseria no posee ninguna forma superior y  prevalece una negatividad a la hora de erigir una nueva cultura, costumbres, hábitos y relaciones sociales consolidadas. Esto último tiene mucho afín con la situación que tienen estas personas sin hogar en su día a día. Finalmente el autor alemán habla de una pobreza derivada de la dominación interventora del capital, haciendo que, el hecho de que una nación sea o no dominante, no se refiere a que cualquier persona de esa nación vaya a tener todas sus necesidades básicas paliadas, no es para una multitud sino para ese poder político y económico que tanto apremia a estos países.

Para Marx, al darse esas tres tipologías, hace que se acabe produciendo una exclusión y una marginación en diferentes estratos de la sociedad, por consecuencia sobresale un colectivo de personas, pero no desde una mirada positivista, sino todo lo contrario , las cuales, la pobreza material se apodera de ellos, la pobreza espiritual produce un desajuste en la vida de esas personas y finalmente la pobreza de dominación acaba  por englobar a esa persona en una perspectiva de desazón y de hundimiento.

Robert Castle, la vulnerabilidad y la desafiliación social 

Uno de los principios básicos para poder desarrollar los conceptos ya marcados en el título, son la relación de los individuos con el trabajo o la propia ausencia de este. Se muestra el trabajo como una inscripción en la estructura social, como su consecuente participación en las redes de sociabilidad. Con este autor, podemos contextualizar de una manera más adecuada, el hecho de encontrarse en una situación de calle o sin hogarismo, con lo que nos acercamos más, aunque sea desde una perspectiva sociológica-criminológica, a la vida de estas personas. Robert Castle cuenta como el hecho de tener una seguridad en términos económicos hacen que tus redes de sociabilidad sean incorporadas dentro de una zona de integración; mientras que las redes laborales débiles o aquellas que debería haber, pero se encuentran ausentes generan procesos de vulnerabilidad social. Aplicándolo a la práctica podemos observar como estas personas en situación de sin hogarismo, sus redes sociales acaban siendo de una manera indirecta o directa, de la misma índole, mostrando al final un modelo comunitario (no de manera continua) entre aquellas personas en situación de calle.

A esta vulnerabilidad social se conjuga con una precariedad de trabajo y con el término de desafiliación se le une  una inmovilidad y estados de privación y dualista.

Aplicándolo con el tema a tratar se muestra como las PSH (personas sin hogar), de una manera mayoritaria, los ingresos que reciben son mínimos (como la propia renta mínima de inserción) y estos no tienen un proyecto de vida o un objetivo de vida laboral certero.

Blau y su teoría de intercambio social 

La teoría del intercambio social, a grandes rasgos, consiste en el conjunto de relaciones en las que se dan principios de equivalencias y reciprocidad, cuyos objetos de estudios es aquel que tiene recompensa sociales para un individuo y para su conjunto. Se dan de una manera generalizada para cualquier relación social, el problema comienza cuando hay una serie de personas, grupos, agrupaciones o colectivos que no reciben este intercambio social de una manera acorde y por consiguiente ese intercambio social no puede ser reconocido como tal. Esta teoría cabe aplicarla a las personas sin hogar debido a que éstas, son las que no reciben el mismo trato de manera general, pero en profundidad con términos sociológicos, no llegan a tener ese intercambio social del que habla Blau.

Victor Fornis Marcos. Estudiante de 4º del Doble Grado en Criminología y Psicología en la Universidad Europea de Madrid.

Author Jessica Beirao

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