La alimentación es algo básico y necesario en la vida de cualquier ser humano, por eso acudimos al Comedor Obra Social Santa María Josefa que ofrece recursos de alimentación a las personas que se encuentran en una situación de exclusión social. Aquí pudimos hablar con Sor Myriam Guadalupe Reynoso Flores, que no solo nos ofreció una entrevista, sino que también nos enseñó todo lo que se lleva a cabo dentro de la asociación.
¿Cuál es la función que lleváis a cabo aquí?
La principal función es de comedor social para poder ofrecer comida a las personas que no tienen acceso a la alimentación. Sin embargo, también existe asistencia jurídica impartida por dos abogados y ayuda en la búsqueda activa de empleo.
¿Estáis abiertos durante todo el año? ¿Cuáles son los horarios?
El comedor se encuentra abierto de lunes a sábado durante dos horas de 12:30 a 14:30. Solamente cierran la segunda quincena de agosto en la cual aprovechan para limpiar y organizar diferentes cosas para cuando vuelvan a abrir.
¿Cuántas plazas tenéis disponibles? ¿Cuál es la ocupación normal?
Actualmente, ayudan a 350 personas a diario. Además, prestan ayuda a 135 familias, principalmente las que tienen menores a cargo.
¿Cómo acceden las personas a estos recursos? ¿Existe algún protocolo?
Para acceder a los recursos de alimentación prestados por la asociación, las personas sin hogar deben de presentar su empadronamiento, el DNI y también un informe social. En cuanto a las familias, estas deben de presentar además el libro de familia, extractos bancarios de los últimos 3 meses, y recibos y nóminas también de los últimos 3 meses.
¿Puede acceder cualquier persona o deben de seguir ciertas características?
Puede acceder cualquier persona que cumpla con las características anteriores. Estas personas son derivadas normalmente por los servicios sociales y Caritas, principalmente parroquial. Aunque, existen otras personas que escuchan hablar sobre la asociación y acuden por su cuenta.
¿De dónde provienen las personas a las que ayudáis?
Ayudan a personas de todas las nacionalidad sin excepción, entre las que hay personas procedentes de países de África, Europa, y más.
¿De qué manera complementáis a los servicios públicos?
Principalmente, complementan a los servicios públicos con la alimentación que dan a las personas que no logran conseguir esos recursos básicos por circunstancias de la vida. Además, están ofreciendo una mejor calidad de vida a las personas que no pueden alcanzar esa calidad de forma independiente.
¿Por qué creéis que vuestra tarea es importante?
Consideran que la alimentación es algo básico para toda persona entonces les están brindando con algo necesario. Además, al ser una asociación católica, deben de cuidar al pobre, aunque también consideran que cualquier persona debe de prestar su ayuda independientemente de su religión.
¿Qué tipo de alimentos ofrecéis?
La comida se cocina cada día y nunca se tira nada, aunque haya sobrado. Se centran en repartir comida que favorezca una dieta equilibrada, principalmente a las familias.
¿Tenéis solamente comedor o también ofrecéis comida para llevar?
Desde la pandemia, el comedor se encuentra cerrado y la comida se da en tápers para que las personas se lo puedan llevar. Muchas veces, en la asociación les lavan los tápers y los sábados se les entregan bolsas con comida. Según Sor Myriam, esto se ha vuelto una cultura en la que todas las personas traen sus propios tápers para poder llevarse comida.
Después de realizar la entrevista, pude ver como se llevaba a cabo las diferentes funciones en la asociación y también pude ver como había varios voluntarios ayudando a cocinar y a colocar los diferentes alimentos en el almacén. Las personas prestaban su tiempo a ayudar a otras que se encuentran en situaciones de exclusión social sin recibir nada a cambio. Algo que destacó en la visita, fue la cantidad de comida que había ya que mucha de ella no iba a alcanzar para todos los meses que debería. Sin embargo, Sor Myriam siempre mantuvo una visión positiva acerca de eso repitiendo varias veces que de alguna manera iban a poder ayudar a todas las personas que se acercan ahí a buscar comida. Principalmente, porque su principal objetivo es poder ayudar a las personas que no tienen estos recursos básicos en su vida. También es interesante que el protocolo exija el empadronamiento de las personas sin hogar. Sin embargo, este empadronamiento puede ser difícil de conseguir por cualquier persona que no lo tenga anteriormente y por lo tanto no logran alcanzar algunos de los recursos que se les proporciona. Esto significa que muchas personas siguen sin poder tener una alimentación básica.
Jéssica Grilo Beirão. Alumna en prácticas del Doble Grado en Criminología y Psicología en la Universidad Europea de Madrid.
